¿Cuál es el problema de los tonsilolitos? El mal aliento, la
irritación y una mancha blanquecina en la parte posterior de la garganta son
algunos indicios de la presencia de tonsilolitos o piedras en las amígdalas.
Pero, ¿deberías preocuparte especialmente? Los cálculos amigdalinos no se
presentan en todas las personas, y muchas que sí los tienen no sienten ninguna
molestia. Si te preocupan esas protuberancias blancas que aparentan estar
incrustadas en las amígdalas, aquí encontrarás todo lo que siempre quisiste
saber de los tonsilolitos.
Cuáles son las causas de los cálculos amigdalinos
Cuando abres la boca y dices "ahhh", por lo
general, puedes ver dos glándulas, conocidas como amígdalas, ubicadas al fondo de la cavidad bucal. Las
amígdalas ayudan al sistema inmunitario filtrando los virus o las bacterias que
ingresan al cuerpo por la boca o, como señalan los especialistas de la Academia
Americana de Otorrinolaringología, las amígdalas son "la primera
línea de defensa del cuerpo".
Aunque pueda sonar un tanto repugnante, las amígdalas están
recubiertas por mucosa, que es la misma que recubre el interior de la boca. A
lo largo de este revestimiento, se encuentra una serie de fosas y criptas. La
cantidad de criptas de las amígdalas varía de persona a persona. Los restos de
comida, las bacterias y otros desechos pueden quedar atascados en estas criptas
o fosas. Los desechos se calcifican o se endurecen y se convierten en un
tonsilolito. Si presentas inflamación o irritación en las amígdalas con
frecuencia, es más probable que se te formen cálculos amigdalinos.
¿Son causa del mal aliento?
Muchas personas que tienen estos cálculos no presentan
ningún tipo de problema. Como se informó en un estudio publicado en 2013 en la
revista Journal of Clinical and Diagnostic Research, los
cálculos amigdalinos son poco comunes y muy pequeños cuando aparecen. A pesar
de que muchas personas que tienen cálculos amigdalinos no presentan síntomas e
incluso ni siquiera los pueden ver, es posible que el mal aliento y otros
signos y síntomas estén asociados con estas protuberancias.
Los tonsilolitos pueden ser los responsables de la
halitosis, y podría estar vinculada a aproximadamente el 3 por ciento de los
casos de mal aliento, según se indicó en una reseña publicada en 2014 en la
revista Otolaryngology Head and Neck Surgery. En la reseña
también se señaló que deberían realizarse más investigaciones para determinar
cuán importante es el rol que cumplen los cálculos amigdalinos y las amígdalas
en el origen del mal aliento.
Otros problemas relacionados con los tonsilolitos
Cuanto más grande sea el cálculo amigdalino, mayores serán las
posibilidades de que provoque síntomas, según se indicó en un informe de caso
publicado en 2014 en la revista Journal
of Surgical Case Reports. En el informe de caso se compartió la
historia de una paciente de 17 años que tenía disfagia o dificultad para
tragar. Los médicos que la atendían le descubrieron un cálculo amigdalino
grande en la amígdala izquierda. Los médicos le extirparon tanto el tonsilolito
como las amígdalas.
Qué puedes hacer ante su presencia
Mal
aliento, dificultad para tragar e inflamación. Los tonsilolitos no son
para nada divertidos. La buena noticia es que es poco frecuente que los
cálculos amigdalinos generen problemas. La mejor noticia es que puedes
evitarlos.
Si te cepillas los dientes con regularidad, se eliminarán de
la boca los restos de los alimentos, las bacterias y otros desechos antes de
que puedan quedar atascados en las amígdalas. Si te preocupa el mal aliento, ya
sea que esté o no relacionado con los cálculos amigdalinos, hazte enjuagues bucales
con un colutorio para refrescar el aliento y así eliminar la mayoría de las
bacterias de la boca.
Si los cálculos amigdalinos te causan muchas molestias u
otros problemas, te recomendamos que consultes con el odontólogo o el médico.
Aunque ya no se realiza con tanta frecuencia como antes, en ocasiones, una
amigdalectomía (extirpación quirúrgica de las amígdalas) es la mejor opción
para prevenir los tonsilolitos y cualquier otro problema que generen las
amígdalas.
Piensa en las amígdalas como si fueran el apéndice de la
boca. Ayudan al sistema inmunitario, pero si te causan problemas, puedes vivir
sin ellas.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión
y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es
sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita
siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado
y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad
o tratamiento médico.
Fuente: Colgate
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