oficio
de protésico dental tiene profundas raíces en Europa.
Por lo menos, eso parece deducirse del descubrimiento que acaba de
hacer público el equipo de arqueólogos que trabaja desde hace años
en el yacimiento celta de Le Chene, en el norte de Francia.
Lo
que han
encontrado es un fragmento puntiagudo de hierro oxidado junto a otros
dientes de una mujer de entre 20 y 30 años,
enterrada en una cámara funeraria de madera hace unos 2.300 años.
La
forma de la pieza metálica coincide con la de los incisivos de la
mandíbula superior de la finada, cuyo cráneo se destruyó al
desplomarse la tumba. Probablemente, la pieza sujetaba un diente
falso de madera o marfil y fue
implantado una vez que la joven murió, para adecentar el cadáver.
Una
intervención “a lo vivo”, conjeturan los especialistas, habría
sido excesivamente dolorosa y
peligrosa en aquel momento y lugar, donde los conocimientos médicos
brillaban por su ausencia antes de que llegara la romanización. La
infección causada por el metal habría sido fulminante y letal.
De
cualquier modo, el
hallazgo resulta muy sorprendente, y no se descarta totalmente que la
mujer llevara la prótesis mientras vivía. Fuera
del Viejo Continente se han hallado implantes dentales en Egipto y
Oriente Medio fabricados hace 5.500 años.
Fuente: muy interesante
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