La
especialista en Angiología y Cirugía Vascular María Lourdes del
Río y el odontólogo Mario Alvarado en la Universidad Europea Miguel
de Cervantes de Valladolid.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC.
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La UEMC estudia la capacidad de regeneración ósea de células madre implantadas en el lecho alveolar dental tras la extracción / Reducirá las complicaciones de implantes e infecciones graves.
Quiere
convertirse en un toque maestro en la implantología dental. Y más,
en estos tiempos donde la cirugía tiende hacia operaciones cómodas
para los pacientes, tanto durante la intervención como en el
postoperatorio. Los jóvenes buscan en un implante recuperar la
estética sin dañar los dientes adyacentes, mientras que las
personas mayores quieren recuperar la función masticatoria y
sentirse más seguros en su vida social. Motivos variados para un
proceso donde la innovación tiene mucho que decir.
Un
equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la
Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid ha
desarrollado un proyecto que tiene como objetivo principal la
utilización de células hematopoyéticas con alta capacidad
regenerativa (células madre) en el lecho maxilofacial para su uso
sobre el hueso alveolar, lo cual permitiría reproducir tejidos
dentarios.
«Después
de una extracción dental se produce una pérdida importante de hueso
en altura y densidad que puede dificultar la colocación posterior de
un implante dental. Hasta ahora, se recurría al relleno de los
alvéolos con materiales osteoconductivos después de la extracción,
sin embargo, la utilización de células madre para conseguir la
regeneración del hueso ha demostrado mejores resultados, incluso la
regeneración alveolar, elevación del seno maxilar y la
periimplantitis», explica la investigadora María Lourdes del Río.
En
este sentido, el odontólogo Mario Alvarado precisa que las células
madre se pueden aislar en las primeras etapas o siendo adultas.
Aunque las células madre embrionarias tienen una larga vida y
potencial de alta diferenciación, manifiesta que los aspectos
bioéticos involucrados en su producción han centrado la
investigación en células madre adultas, que se consideran
pluripotentes y se encuentran en la mayoría de los tejidos, con la
posibilidad de reparar los dañados o renovar células poblaciones
que de manera constante están siendo reemplazadas.
Del
Río asegura que las células madre adultas participan en el
crecimiento, la curación de heridas y el reemplazo de células que
se pierden diariamente por exfoliación o en condiciones patológicas.
De hecho, diversos estudios han demostrado que inducen la reparación
en el músculo, tejido neuronal, hepático y esquelético después de
su implantación, tanto en modelos preclínicos como clínicos. Estas
cualidades las convierten «en una herramienta potencial» en la
ingeniería de tejidos y la reparación de estos. «Los pacientes
toleran bien el procedimiento, no tiene efecto antigénico y no
existen efectos secundarios», apunta Alvarado.
Las
aplicaciones de las células madre en el campo de la odontología se
encuentran en una fase de estudio «prometedora». En la actualidad,
se podría concretar la función de las células madres en dos
grandes áreas: la cirugía, destacando la implantología, y la
endodoncia, en tratamiento de dientes que no están formados del todo
y con la destrucción de la pulpa para conseguir el desarrollo
completo de las raíces.
La
tecnología se basa en la utilización de células madre para suplir
la carencia de hueso cuando se desarrolla un tratamiento de
implantología dental. Eso sí, advierten de que para que el
trasplante pueda regenerar tejido óseo es esencial contar con tres
factores: que la zona lesionada esté adecuadamente irrigada, que
existan señales moleculares adecuadas y una correcta proliferación
hacia los precursores celulares de tejido óseo.
Afirman
que la ventaja que ofrecen las células madre es que tienen una alta
capacidad de proliferación y diferenciación en hueso, cartílago,
músculo y tejido adiposo. Una vez obtenidas, se pueden crioconservar
sin perder esta capacidad, por lo tanto es «una fuente ideal» de
regeneración ósea mucho más resistente a la infección. «Se trata
de un material autólogo con nulo efecto antigénico y sin riesgo de
contagio de ningún tipo de enfermedad», insisten Del Río y
Alvarado. El desarrollo de esta tecnología a mayor escala supone «un
ahorro económico importante» ya que el proceso de obtención de
células madre adultas no requiere una tecnología compleja y
evitaría la utilización de materiales procedentes de bioingeniería
de coste elevado.
El
tratamiento está orientado a enfermedades que den como resultado
final la pérdida de piezas dentales como la caries o la
periodontitis, así como para regenerar la pérdida ósea maxilar y
mandibular o como un tratamiento que ayude para la colocación
simultánea de implantes y soluciones para problemas como la
periimplantitis –proceso inflamatorio que afectan a los tejidos que
rodean a un implante dental y que ocasiona una pérdida del soporte
óseo en el que se ha integrado–.
El
proyecto de investigación aprobado por la Junta de Castilla y León
contempla ensayos clínicos con participantes reales. «El paciente
es donante y receptor de sus propias células hematopoyéticas, las
cuales se aíslan sin sufrir ninguna modificación. El proceso de
aplicación es similar al que actualmente se está realizando con el
plasma enriquecido en plaquetas o las células del cordón umbilical,
pero con la ventaja de que las células tienen mayor capacidad
regenerativa», destaca el odontólogo Mario Alvarado.
En
principio, el equipo de la Facultad de Ciencias de la Salud de la
Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid va a
desarrollar el proyecto en toda su extensión y valorar los
resultados. Una vez que se termine la fase de evaluación, señalan
que si los resultados son los que esperan obtener, lo ideal sería
ponerlo a disposición de los pacientes para mejorar las enfermedades
bucodentales y su calidad de vida.
Fuente: Diario de Valladolid
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