Madrid, 17 de agosto del 2020. La
articulación temporomandibular (ATM) conecta la mandíbula con el resto del
cráneo y, en ocasiones, puede originar problemas que pueden llegar a producir
importantes limitaciones en las funciones masticatoria y fonatoria.
La ATM la forman dos articulaciones (derecha e izquierda)
que funcionan sincrónicamente. En concreto, está constituida por los cóndilos
mandibulares, que se articulan con el hueso temporal del cráneo, así como por
numerosos músculos y ligamentos.
Cuando se sufre de dolores en esta articulación o en los
músculos que la rodean, se dice que la persona tiene desórdenes
temporomandibulares. El origen de esos problemas puede ser muy variado, ya
que son muchas las estructuras que forman la ATM o que pueden actuar sobre
ella. Se estima que 3 millones de personas, un 8% de adultos jóvenes y un 16%
de mayores, sufren desórdenes temporomandibulares en nuestro país.
Para averiguar el origen y el grado de gravedad de esta
disfunción, el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de
Dentistas, recomienda acudir al dentista ante los primeros síntomas, ya que “la
evolución de los problemas de la ATM es crónica. Si no se actúa tenderán a
empeorar progresivamente haciéndose más patente la sintomatología”.
¿Qué problemas puede producir la ATM?
Los síntomas son muy diversos y muchas veces pasan
desapercibidos al atribuirlos a otras causas. Entre los más habituales están:
- Cefalea
crónica.
- Sensación
de presión y zumbidos en los oídos.
- Molestias
más o menos severas al masticar.
- Dolor
en la cara o en la mandíbula.
- Chasquidos
y ruidos al abrir y cerrar la boca. También puede existir una limitación
funcional para abrir completamente la boca.
- Dolor
cervical.
- Enrojecimiento
de los ojos y sensibilidad a la luz.
- Bruxismo
y desgaste dental.
El tratamiento
El tratamiento para los trastornos de la ATM varía de forma
considerable según la causa. Dos de los más comunes son el uso de la férula
nocturna y los analgésicos, previamente recetados por el dentista. También es
recomendable tomar alimentos blandos y usar una bolsa de hielo para aliviar el
dolor.
“Muchos de los tratamientos comienzan por el uso de férulas
de descarga para favorecer la relajación de la musculatura masticatoria o la
recolocación de los cóndilos mandibulares, entre otras funciones”. En el
caso de los problemas de la articulación temporomandibular funcionales, a
veces, es preciso rehabilitar mediante prótesis toda la oclusión”, concluye el
Dr. Castro.
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