Existen nuevas evidencias que indican que las bacterias de
la boca pueden llegar a otros sitios del cuerpo y causar problemas, incluso en
nuestro cerebro.
Cuando conocemos a una persona con una enfermedad
cardiovascular, alzhéimer o diabetes no pensamos en que no se ha cepillado bien
los dientes. Asociamos una mala higiene oral con problemas en la boca como
caries, inflamación de las encías y mal aliento, pero no con
complicaciones en otras partes del cuerpo.
Aun así, una buena salud oral es fundamental para el
funcionamiento óptimo del cuerpo. Las enfermedades orales pueden contribuir al
desarrollo de enfermedades sistémicas. De hecho, existen nuevas evidencias que
indican que las bacterias de la boca pueden llegar a otros sitios del cuerpo y
causar problemas. ¡Incluso en nuestro cerebro!
En general, cada persona tiene entre 100 y 200 especies de
bacterias orales de las 700 especies orales identificadas. Cuando pregunto a
alguien cuántas bacterias cree que hay por mililitro de saliva, suele
subestimar la respuesta correcta: tenemos alrededor de 100 millones de
bacterias por mililitro de saliva.
Tenemos alrededor de 100 millones de bacterias por
mililitro de saliva.
Estas bacterias viven en los dientes, la lengua, las encías
y otras superficies orales. Allí forman comunidades estructuradas como la placa
dental y la saburra blanca de la lengua. Cuando se sueltan, entran en la
saliva. Sumando todas las bacterias en la boca, el número alcanza los miles de
millones. Llamamos a este conjunto la «microbiota oral».
¡Tranquilidad! En general estos microorganismos serán
nuestros amigos mientras los cuidemos. En primer lugar, protegen contra
patógenos externos. Cuando una bacteria nueva entra por la boca, le cuesta
mucho más sobrevivir porque existe un ejército de bacterias propias habitando
el espacio.
Además, las bacterias orales beneficiosas convierten el nitrato
de verduras y frutas a nitrito. Este puede tener efectos positivos en el cuerpo
como la reducción de la tensión sanguínea y efectos antidiabéticos.
Normalmente, nuestras propias bacterias no son patógenas,
pero pueden causar enfermedades orales en personas sanas por costumbres poco
saludables. Una dieta poco sana o una higiene oral inadecuada pueden causar un
desequilibrio: algunos tipos aumentan en número y otros disminuyen.
Artículo completo en la Fuente: ABC https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-cepillarse-dientes-para-mantener-cerebro-libre-bacterias-202007241321_noticia.html
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