AMÉRICA VALENZUELA (elmundo.es)
MADRID.- Cuando un niño ronca hay que vigilarlo de cerca.
Los ronquidos son uno de los síntomas más característicos de la apnea obstructiva
del sueño, una patología poco diagnosticada, que según un reciente estudio
estadounidense puede provocar daños en dos estructuras del cerebro relacionadas
con el aprendizaje.
El equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins
comparó dos grupos de niños de seis a 16 años, uno compuesto por 19 niños con
apnea del sueño obstructiva de moderada a severa y otro de 12 que no padecían
el trastorno. Observaron cambios en el córtex frontal derecho y en el
hipocampo, una estructura del interior del interior del encéfalo, situada en el
lóbulo temporal.
El hipocampo está relacionado con el
aprendizaje y la memorización. Por su parte, el lóbulo frontal determina
algunos rasgos de nuestra personalidad y muchas emociones. También nos permite
acceder a antiguos recuerdos y utilizarlos ante situaciones nuevas.
Desde hace tiempo, los científicos saben que no dormir 'del
tirón' (sueño fragmentado) y la interrupción del suministro de oxígeno en el
cerebro (la apnea) disminuye la capacidad de los niños para aprender y
tener buenos resultados en la escuela, pero no habían observado ninguna prueba
física que constatara esta asociación. Este es el primer estudio que muestra
los cambios neurológicos que la apnea produce en los niños.
Utilizaron espectroscopía de resonancia magnética de protón para conocer la
cantidad de tres sustancias químicas en el cerebro, el N-acetil aspartato, la
creatina y la colina. La variación de sus niveles en este órgano es un buen
marcador de posible daño cerebral. Observaron que las concentraciones de estas
moléculas estaban alteradas en el hipocampo y córtex frontal derecho de los
niños con apnea.
También realizaron test estandarizados para medir la mayor o
menor capacidad de los niños para adaptarse a nuevas situaciones, memorizar o
para evaluar sus habilidades verbales. Observaron un vínculo entre los cambios
en estas dos estructuras y déficits en las capacidades neuropsicológicas. Los
niños con apnea severa tuvieron peores resultados. Además, su coeficiente
intelectual era menor (85 de media) que el de los niños sin el trastorno (101).
Los investigadores creen que los efectos sobre las
capacidades cognitivas de la apnea sin tratar son más severos en los
niños que en los adultos, porque se encuentran en un periodo crítico de
desarrollo. El córtex prefrontal madura durante la adolescencia y continúa
hasta bien entradoa la treintena. Por eso, los investigadores temen que el daño
en esta área conduzca hacia déficits cognitivos de larga duración.
Según explican en el texto del estudio, publicado por la
revista 'online' de acceso gratuito 'PLoS Medicine', "el siguiente paso será observar si
los niveles se estabilizan una vez la apnea se ha tratado". Ann Halbower,
especialista en problemas pulmonares del centro médico infantil y autora
principal del estudio señala que la situación "es verdaderamente preocupante
porque los cambios que hemos observado indican daño cerebral en áreas del
cerebro que intervienen en funciones cognitivas críticas, como la atención,
el aprendizaje y memoria".
"La investigación ha confirmado lo que muchos padres
sospechan desde hace tiempo: dormir inadecuadamente está asociado con problemas
de comportamiento durante el día y un pobre rendimiento académico", señala
un artículo que acompaña al estudio escrito por Dean W. Beebe, del Centro
Médico de Niños de Cincinnati, en Estados Unidos.
Las personas con apnea sufren una obstrucción parcial, a veces
completa, de las vías respiratorias durante el sueño. Los músculos de la base
de la garganta se relajan y provocan estos efectos. En algunos casos el origen
es neurológico y en otro anatómico.
Fuente: https://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/08/29/neurociencia/1156848552.html
Un buen reportaje. Un abrazo
ResponderEliminarGracias y a la orden
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