miércoles, 25 de septiembre de 2019

DTP/82 Higiene del sueño: ¿por qué el odontólogo se vuelve esencial en el tratamiento de los ronquidos y las apneas?





Los problemas en el sueño son considerados una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de más del 45% de la población mundial. Entre los ronquidos y las apneas severas se debaten distintos tratamientos en los estudios científicos sobre medicina del sueño. Cuáles son los más eficaces y por qué el odontólogo especializado en problemas respiratorios ya no es un "convidado de piedra"
¿Quién pudiera decir que el ronquido es un sonido placentero? Y menos aún que es una "música para los oídos" entre dos que comparten la misma cama. Para la medicina del sueño el ronquido es un primer escalón entre los trastornos respiratorios del dormir; y detrás -y con complicaciones médicas más severas – viene el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño o (SAOS) entre otros. En todos los casos el diagnóstico temprano y preciso es fundamental para encarar un tratamiento adecuado.
Dentro del paquete que integra lo que se denomina la "higiene del sueño",  la presencia de ronquidos y apneas representan un factor que incide directa y negativamente sobre la calidad de vida y supervivencia de las personas.
Se estima que 7 de cada 10 hombres y 5 de cada 10 mujeres roncan. La investigación científica que impulsa la medicina del sueño y la cronobiología indican que el roncar podría asociarse al riesgo de padecer hipertensión arterial. Y en algunas personas, puede ser la manifestación de un cuadro mucho más serio como las Apneas Obstructivas del Sueño.
El SAOS está caracterizado por la presencia de ronquido intenso asociado a una respiración irregular y a la aparición de pausas en la respiración durante el sueño. Estas pausas son detectadas por la persona que comparte la habitación, pero en ocasiones le genera al paciente despertares bruscos por ahogos que ceden rápidamente.
Con investigación científica respaldatoria, frente al ronquido y a la apnea del sueño, el odontólogo con experiencia en el manejo de problemas respiratorios del sueño ya no es un convidado de piedra para tratar con un criterio multidisciplinar este trastorno. Todo lo contrario, se trata de un eslabón fundamental junto a los médicos clínicos y especializados.
 Los problemas en el sueño son considerados una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida a más del 45% de la población mundial.
Lo que resulta es que los ronquidos y las apneas tienen una importancia sanitaria enorme: un 45% de los adultos ronca de forma ocasional y un 25% lo hace de forma habitual. La prevalencia del SAOS oscila entre el 4-6% de los varones y el 2-4 % de las mujeres entre la población general adulta de mediana edad, cifra que aumenta notoriamente con la edad.

El SAOS -Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño- provoca entre muchas consecuencias, somnolencia diurna y es uno de los cuadros clínicos que mayor interés tiene en la actualidad dentro de las patologías crónicas.
Se ha demostrado que el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado pueden disminuir las consecuencias neurológicas y tener un efecto favorable en la salud cardiovascular de las personas afectadas.
Rol del odontólogo
¿Qué participación entonces le cabe al odontólogo con experiencia en el manejo de problemas respiratorios del sueño en esta tarea que involucra el trabajo multidisciplinar de otros profesionales?
Consultada por Infobae la odontóloga Florencia Poletti (MN19946) especialista en medicina dental del sueño y docente del master de medicina dental del sueño Alfonso X El Sabio, en Madrid, España, explicó "en cada pausa respiratoria deja de entrar aire a los pulmones, baja el oxígeno en sangre y en forma refleja, se incrementa la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Si este fenómeno se sostiene en el tiempo, todo el organismo padece la falta intermitente de oxígeno y el aparato circulatorio sufre una sobrecarga en su trabajo producto de la taquicardia e hipertensión arterial. A su vez, las apneas causan despertares muy breves que resultan indetectables para el paciente, pero que alteran y fragmentan el sueño e impiden que el cerebro descanse apropiadamente".
Agregó Poletti: "El rol del odontólogo con experiencia en el manejo de problemas respiratorios del sueño es un agente inicial de sospecha del problema o un derivador para su adecuado diagnóstico. Luego en su rol de ortodoncista diseñará el dispositivo oral a medida del paciente; que hasta hoy son alternativas de tratamiento eficaz y accesible para pacientes con ronquidos y apneas del sueño".
El impacto de ronquidos y el SAOS en la vida cotidiana es bien elocuente, provocan somnolencia diurna, cansancio crónico y sensación de sueño no reparador.  Cefalea matutina, irritabilidad, apatía, depresión, dificultad de concentración, pérdida de memoria, disminución de la libido, cambios de caracter e impotencia, entre otros.
Las noches tampoco son apacibles y transcurren entre ronquidos, apneas, episodios asficticios, sudoración nocturna, movimientos anormales, despertares frecuentes, nicturia (adultos), pesadillas, sueño agitado e insomnio.
En el caso de los adultos, la reducción de horas de sueño y los específicos trastornos del sueño pueden producir somnolencia diurna e incrementar el riesgo de sufrir accidentes de tránsito, laborales y domésticos como también, efectos en la salud cardiovascular, hipertensión, diabetes y depresión.
Fuente: infobae



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