Un correcto protocolo de higiene bucal puede ayudar a reducir la transmisión y frenar la propagación de la Covid-19
Los dentífricos que contienen zinc o estaño y las fórmulas deenjuague bucal con cloruro de cetilpiridinio (CPC) contribuyen a neutralizar coronavirus en un 99,9 por ciento, según se desprende de las últimas investigaciones realizadas en el marco del innovador programa de investigación puesto en marcha por Colgate sobre el impacto de la salud bucodental en la prevención de la Covid-19.
Basado en ensayos clínicos llevados a cabo con personas infectadas, la intención es evaluar la eficacia de los productos de higiene bucal en la reducción de la cantidad de virus presentes en la boca, lo que podría ralentizar la transmisión del virus que provoca esta enfermedad.
De acuerdo con esta investigación, los dentífricos ‘Colgate Total’ y ‘Meridol’ neutralizaron el 99,9 por ciento del virus tras dos minutos de uso. Los enjuagues bucales ‘Colgate Plax’ y ‘Colgate Total’ fueron igualmente efectivos tras 30 segundos. Las investigaciones, que finalizaron en octubre, han sido realizadas en colaboración con el Instituto de Investigación de Salud Pública de la Escuela de Medicina Rutgers de Nueva Jersey (NJMS) y los Laboratorios Regionales de Bioseguridad.
Los resultados sugieren que ciertos dentífricos y colutorios podrían contribuir a limitar la propagación del SARS-CoV-2, el virus que causa la Covid-19, al reducir temporalmente la cantidad de virus presente en la boca. “Nos encontramos en la primera etapa de las investigaciones clínicas, pero los resultados preliminares, tanto de laboratorio como clínicos, son muy prometedores. Aunque el cepillado y el enjuague no son un tratamiento o una forma de proteger completamente a una persona de la posibilidad de infección, sí pueden ayudar a reducir la transmisión y frenar la propagación del virus, complementando el beneficio que obtenemos del uso de mascarillas, el distanciamiento social y el frecuente lavado de manos”, ha dicho la directora clínica de Colgate, Maria Ryan.
Asimismo, el jefe de Enfermedades Infecciosas y director del Centro de Respuesta a la Covod-19 y Preparación para la Pandemia, David Alland, ha señalado que, teniendo en cuenta que la saliva puede contener cantidades de virus comparables a las que se encuentran en la nariz y la garganta, es probable que el virus del SARS-CoV-2 que se encuentre en la boca contribuya a la transmisión de la enfermedad, especialmente en las personas asintomáticas, que no están tosiendo.“Todo ello hace pensar que la limitación del virus en la boca podría ayudar a prevenir la transmisión, mientras que los productos de cuidado bucal hacen efecto”, ha añadido.
Fuente y artículo completo: La Razón https://www.larazon.es/sociedad/20201210/6aokdpd7nvgexjfzbibbemg5d4.html
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